martes, 2 de noviembre de 2010

HONRAR LA MEMORIA DE MADRES Y MUJERES COMO CARMEN



El 2 de noviembre se cumple un año de la muerte de Carmen Nordelo, madre de Gerardo Hernández, uno de los Cinco cubanos preso en EE.UU. por luchar contra el terrorismo.
Un dolor profundo nos atravesó a todos aquella mañana cuando supimos que Carmen había muerto sin recibir el beso y la ternura de su Gerardo, el único varón de los tres hijos de Carmen.
Un dolor lacerante por Gerardo al que EE.UU. le impidió el consuelo que todo ser necesita cuando se pierde a la madre.
Meses antes de la injusta detención de Gerardo y sus cuatro compañeros de causa, hace ya 12 años, su hermana mayor moría en un trágico accidente. Años atrás había muerto su padre, Gerardo Hernández Martí.
El arbitrario arresto de Gerardo, que en aquel momento era un joven de 33 años, afectó profundamente la vida de su familia y en especial la salud de Carmen. Su niño, como ella le decía, era víctima de una colosal injusticia y se lo condenaba sin pruebas a dos cadenas perpetuas más 15 años de prisión. Sobre él recayó todo el odio de la mafia terrorista de Miami y la perversidad de un sistema.
Por su heroísmo, al igual que las madres de Antonio, Fernando y René, se le otorgó la Orden Mariana Grajales. A pesar de todos los golpes que recibió en la vida, Carmen participó activamente en la campaña por llevar al mundo la verdad y exigir justicia y libertad para su hijo y sus cuatro hermanos de causa, condenados brutalmente en EE.UU. por evitar atentados terroristas contra Cuba.
"Si algo hay en mí de nobleza y bondad, sin duda alguna lo heredé de ella." decía Gerardo en su libro El Amor y el Humor todo lo pueden. "A mamucha, de su nene" pidió Gerardo que se pusiera en las cintas del corazón de flores que cubrieron el cuerpo de su madre.
En mayo, meses antes de la muerte de Carmen fuimos a visitarla, ya no hablaba y a penas se movía, pero cuando le dijimos que éramos amigas de Gerardo, una lágrima rodó por su rostro.
Durante todos estos años, por la manipulación perversa de las visas y su delicado estado de salud, Carmen pudo hacer muy pocas visitas a Gerardo. Una de las primeras que realizó, luego de ser condenado relató: "Cuando nos vimos (...) yo no sé de dónde saqué fuerzas. Me dijo: 'Mami, estoy orgulloso de ti'. Eso lo estimuló, pues en las condiciones en que está si me ve llorando se afligiría más...En todas sus cartas se preocupa porque me cuide, al igual que con su papá cuando estaba vivo...Él es muy cariñoso con todo el mundo. Y conmigo más...constantemente me dice mami, tú cuídate, que lo más malo que a mi me pueda suceder aquí es enterarme que a ti te pase algo." *
En esa ocasión, abril del 2002, de 10 días que estuvo en EE.UU., pudo hacer solo 5 visitas, la última de 3 horas con una hora adicional. "Cuando él entró al salón, vestido con el uniforme de color beige, me levanté y lo abracé con todas mis fuerzas. Le tomé sus manos en la mesa, se las acariciaba con cariño cuando me hicieron señas de que se las soltara".
Se acercaba el día las Madres, el periodista le preguntó a Carmen qué les diría a las madres de EE.UU. si tuviera la oportunidad de que la gran prensa norteamericana publicara su mensaje: "Primero felicitarlas por tan bonito día, al igual que a todas las madres cubanas. Les pediría a ellas que cooperaran en que se actúe con justicia".
Carmen murió sin ver a su hijo y sin que se hiciera justicia. La gran prensa norteamericana nunca la entrevistó ni se hizo eco de su ruego, ni le dio la posibilidad de hacer llegar su pequeño mensaje a las madres de EE.UU. Gerardo recibió la peor noticia de su vida absolutamente solo en una prisión de máxima seguridad y un año después aún no ha podido llevar flores a la tumba de su madre.
Las familiares de los Cinco siguen sin recibir visas regulares para visitar a sus hijos y esposos en prisión. Las visas de Adriana y Olga, esposas de Gerardo y René han sido denegadas por más de una década, tal como ha denunciado Amnistía Internacional en su carta al Fiscal General el 4 de octubre reciente.
El mundo se pregunta hasta cuándo habrá que soportar semejante violación al derecho de los prisioneros, el derecho de familia y los derechos humanos. Hasta cuándo habrá que soportar el doble rasero de un país que mantiene en prisión a Cinco inocentes mientras ampara, protege, financia y permite homenajes a terroristas confesos como Orlando Bosch y Luis Posada Carriles?
"... No se puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo." dijo el Comandante Fidel Castro el 3 de noviembre de 2009, y agregó: "No sólo depositaremos flores sobre la tumba de Carmen Nordelo. ¡Proseguiremos la lucha sin descanso por la libertad de Gerardo, Antonio, Fernando, Ramón y René, desenmascarando la infinita hipocresía y el cinismo del imperio, defendiendo la verdad!
"Solo así honraremos la memoria de la legión de madres y mujeres como ella, que en Cuba han sacrificado lo mejor y más preciado de su vida por la Revolución y el Socialismo"
Por la memoria de Carmen y todas las madres cubanas, exigimos a Obama: Fin a la Injusticia, Libertad Ahora!
*Entrevista a Carmen, 12 de mayo de 2002, Juventud Rebelde.



Ese silencio terco, impenetrable, es una prueba adicional de la total inocencia de nuestros compañeros

- Ricardo Alarcón de Quesada

Saludo la iniciativa de dedicar a nuestros Cinco Héroes una sesión de la Tercera Conferencia Iberoamericana de Historiadores e Historia de Universidades que han estado celebrando en esta Universidad “Hermanos Saíz Montes de Oca”.
Nada más pertinente porque, entre otras cosas, Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González y René González, son cinco universitarios que forjaron su heroísmo en nuestras aulas y que con su ejemplar sacrificio han levantado hasta cumbres insuperables la historia revolucionaria del estudiantado cubano.
Ellos son cinco hermanos que, como Luis y Sergio Saíz Montes de Oca, amaron la justicia y la libertad y fueron capaces de crear y cultivar el arte, la poesía y el pensamiento frente a la tiranía y el terror, iluminando las sombras de la clandestinidad y el encierro. Unos y otros, los mártires de San Juan y Martínez hace medio siglo y los cinco luchadores antiterroristas del Tercer Milenio integran una tradición de heroísmo juvenil que ha acompañado a la Patria desde el primer día. Sus vidas deben servir a las nuevas y futuras generaciones de estudiantes cubanos, para garantizar el desarrollo de una revolución que siempre tuvo y tendrá siempre en la juventud su protagonista principal.

Estudiar el caso de los Cinco, divulgarlo y promover la solidaridad eficaz hasta lograr su inmediata liberación es, además, una tarea de urgencia inaplazable. Es también de importancia decisiva para descifrar claves indispensables y descubrir el mundo de hoy.
En los países desarrollados de Occidente y muy especialmente en Estados Unidos son muy pocas las personas que conocen la verdad del injusto proceso seguido contra nuestros Cinco compañeros. En realidad la inmensa mayoría nada sabe en absoluto.
Se trata de un caso con sobradas razones para que se hubiera convertido en noticia de primera plana: el juicio más largo de la historia norteamericana, el primero en el que la sustancia principal eran actividades terroristas abiertamente realizadas en aquel país, ante un tribunal que escuchó como testigos a Generales y Almirantes y a Asesores de la Casa Blanca y también a terroristas confesos, todo ello en un juicio que culminaría poco después del derribo de las Torres Gemelas, cuando para los grandes medios de comunicación el terrorismo era tema que parecía ocupar su máxima prioridad. Sin embargo, el proceso a los Cinco fue completamente silenciado fuera de Miami y sobre él se sigue imponiendo la más férrea censura.
Esa aparente contradicción en rigor revela la falacia de la llamada “libertad de expresión” y la “libertad de prensa” que supuestamente existirían en la sociedad norteamericana. Las grandes corporaciones que monopolizan la información ocultaron el proceso contra los Cinco porque así lo decidió el Gobierno de Estados Unidos. Y lo hizo porque ese proceso prueba de modo irrefutable dos cosas que Washington quiere esconder desesperadamente: la absoluta inocencia de nuestros compañeros y el carácter terrorista de la política norteamericana.
Todo está escrito en los documentos oficiales que constan en el tribunal de Miami y a los que han tenido acceso en todo momento los medios que dicen dedicarse a informar. Hace un siglo un eminente jurista que trató infructuosamente de salvar a Sacco y Vanzetti proclamó con insistencia: “Please, read the transcripts” (”Por favor, lean las actas”). La verdad, entonces como ahora, estaba disponible pero los medios impidieron al pueblo norteamericano acceder a la información. Parafraseando al Profesor Frankfurter hoy podemos reclamar: por favor, permitan al pueblo norteamericano saber la verdad, no sigan impidiendo que pueda conocer lo que expone el dilatado expediente titulado “Estados Unidos contra Gerardo Hernández et al.”

El gran público no frecuenta la compleja urdimbre de pruebas, testimonios y argumentos que conforman un proceso judicial. Suele enterarse de las versiones que al respecto dan los periódicos, la radio y la televisión. Y todos ellos, fuera de Miami, han guardado hermético silencio con relación al caso de los Cinco.
Hagamos una reflexión necesaria. Esos medios han dedicado y dedican un extraordinario interés por todo lo vinculado con Cuba y su Revolución. Durante cincuenta años hemos sido objeto de una atención desmesurada, incomparable con la que prestan a otros países de América Latina. Millones de horas de radio y televisión y toneladas de comentarios e “informaciones”, en las que abundan la distorsión y la mentira, nos han perseguido siempre como un vendaval mediático. De los Cinco, en contraste, ni un segundo, ni una palabra. ¿Por qué?
Si alguna falta hubieran cometido nuestros compañeros, si algo hubiesen hecho para dañar a Estados Unidos o a su pueblo ¿puede alguien imaginar que no lo habría explotado con escándalo la descomunal maquinaria propagandística del Imperio?
Ese silencio terco, impenetrable, es una prueba adicional de la total inocencia de nuestros compañeros y de la plena justificación de la heroica misión antiterrorista que ellos cumplieron.

Los medios tienen una culpabilidad imperdonable además, por otra razón. Está expuesta, con sólidas pruebas, entre los argumentos que fundamentan la solicitud de habeas corpus presentada por Gerardo Hernández Nordelo. Mientras lo ocultaban por todas partes, en Miami desde la madrugada del 12 de septiembre de 1998 y durante más de tres años los medios de prensa lanzaron sobre los Cinco un verdadero maremoto de insultos y calumnias que hacía imposible la actuación imparcial de cualquier tribunal. Los “periodistas” fueron mucho más allá. Persiguieron y amenazaron a los miembros del Jurado quienes expresaron más de una vez sentirse amedrentados, lo que motivó incluso reiteradas quejas de la Jueza.
Entonces no se sabía, pero en el 2006 se descubrió, que todos esos autodenominados “periodistas” eran provocadores a sueldo del gobierno de Estados Unidos, mercenarios que recibieron decenas de miles de dólares por su deleznable actuación. Aún no se conoce todo el alcance de esta operación encubierta pues Washington hasta ahora se resiste a desclasificar todos los datos que sobre ella posee.
El papel de los medios en el caso de los Cinco, su empleo como instrumento de presión y terror para asegurar la irremediable condena de los inocentes y al mismo tiempo, como barrera infranqueable para garantizar la impunidad de los criminales y sus patrocinadores, debería ser objeto de análisis y reflexión para los universitarios. Es difícil encontrar otro ejemplo que ofrezca más pruebas para dilucidar un aspecto de la realidad que es esencial para comprender el mundo en que vivimos.
Para transformar el mundo, ha dicho Chomsky, el primer paso es descubrirlo como es realmente y para ello hay que atravesar “las nubes de la distorsión y el engaño” que lo envuelven. Se trata de una proeza si tomamos en cuenta que afrontamos un plan deliberadamente concebido para “manipular los sentimientos y controlar la razón” como reconoció Brzezinski en 1969 que era la función principal de los medios para preservar el orden imperial.

¿Cómo promover la solidaridad en esas condiciones?
Debemos valernos de todos los medios y vías alternativas y usar las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías de la comunicación. Es una tarea en la que tienen que ocupar la vanguardia los jóvenes, los estudiantes, la intelectualidad.
Afrontémosla con espíritu creativo y renovador y sin dejar espacio al cansancio o la rutina.
El Presidente Obama puede y debe ordenar que los Cinco sean puestos en libertad inmediatamente, sin condiciones de ningún tipo. Gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René, todos ellos, sin excepción alguna.
Que esa exigencia lo persiga día y noche como una maldición gitana. Hagámoslo, como nos legaron en su testamento Luis y Sergio Saíz, con “la tenaz fe de quienes se dan sin menguas, en la confianza de la obra justa y del deber irrenunciable.”
-Palabras Ricardo Alarcón de Quesada en la Tercera Conferencia Iberoamericana de Historiadores e Historia de Universidades. Universidad “Hermanos Saíz Montes de Oca”, Pinar del Río, 30 de octubre de 2010

Congresista cubanoamericana promueve campaña contra liberación de detenidos

-Jean-Guy Allard
La congresista cubanoamericana Ileana Ros-Lehtinen, elegida al Capitolio gracias a su defensa del terrorista Orlando Bosch, lidera una ruidosa campaña en Miami en contra del eventual canje de presos entre Estados Unidos y Cuba.
La operación implicaría a cinco cubanos detenidos en territorio norteamericano por infiltrarse en grupos extremistas y un contratista de la USAID arrestado en La Habana mientras, con visa de turista, introducía secretamente material de comunicación satelital de última generación.
Junto con el habitual circulo de políticos que integran la mafia cubanoamericana, los representantes republicanos de la Florida, Lincoln y Mario Diaz-Balart, conjuntamente con el senador Bob Menéndez y el representante Albio Sires, ambos de New Jersey – todos con vínculos al terrorismo contra Cuba - Ros-Lehtinen mantiene que se han establecido contactos en vista tal “maniobra”.
``Hemos dicho una y otra que ese tipo de intercambio es completamente inaceptable'', dijo la representante, máximo portavoz de los republicanos en la Cámara baja donde se caracteriza por su fanatismo hacia Cuba y su servilismo hacia Israel.
La nerviosidad de Ros-Lehtinen y sus colegas se explica por un reciente encuentro , entre el subsecretario de asuntos hemisféricos, Arturo Valenzuela, y el canciller cubano Bruno Rodríguez en la sede de la Organización de Naciones Unidas, en Nueva York.
Aunque concierne un contratista norteamericano de la USAID, Ros-Lehtinen, en su lenguaje extremista, califica de “extorsión” cualquier arreglo entre EE.UU y la Isla. La esposa de Gross, Judy, está pididiendo apoyos en este momento para que su esposo regrese a casa, lo que no parece impresionar a la congresista conocida por su rudeza y su tosquedad sin remedio.
Ros-Lehtinen manifestó su oposición a un canje en una conferencia en Doral (Miami), acompañada por Sylvia Iriondo, de M.A.R. por Cuba; José Basulto, de conocido pasado terrorista, y Orlando Gutiérrez-Boronat, secretario nacional del Directorio Democrático Cubano.
Todos estos personajes han sido beneficiarios de generosos subsidios de la USAID, agencia del Departamento de Estado vinculada a la inteligencia norteamericana.
En Estados Unidos, la representante republicana es conocida por su falta de ética y de ponderación. Ros-Lehtinen es famosa por su apoyo frenético a la derecha golpista de América Latina y aplaudió al golpe de estado de Roberto Micheletti, en Honduras, que visitó mientras la policía hondureña reprimía salvajemente manifestaciones.
El 29 de marzo del 2003 en Miami, Ros-Lehtinen encabezó una manifestación a favor de la guerra en Iraq, la punica que tuvo lugar en el mundo. Ahí habló al lado del terrorista internacional Orlando Bosch, y reclamó del gobierno norteamericano que Cuba sea "el próximo Iraq".

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