*Por *Elena Milián Salaberri
Servicio Especial de la AIN
Con el título “Conducta heroica en las entrañas del monstruo”, el 20 de
junio del 2001, desde sus páginas, el periódico Granma, anunció al mundo la
infamia cometida contra cinco luchadores antiterroristas cubanos, que
permanecen encarcelados injustamente en Estados Unidos.
Tras calificar de fraudulento y cínico el proceso judicial seguido contra
Gerardo Hernández, René González, Ramón Labañino, Fernando González y
Antonio Guerrero; ese diario reprodujo el valiente mensaje de esos
compatriotas al pueblo de la nación norteamericana, redactado el día 17 del
propio mes de junio.
Mediante ese texto, “los Cinco”, detenidos desde el 12 de septiembre de
1998, pusieron al desnudo la arbitrariedad de que habían sido víctimas, y
explicaron por vez primera las causas de su presencia e intenciones en aquel
país.
"...reafirmamos la más profunda convicción de que con nuestra actitud y
acciones no transgredimos ni pusimos en peligro la seguridad del pueblo
norteamericano y contribuimos en alguna medida a descubrir planes y acciones
terroristas contra nuestro país.
"...los acusados en esta causa no nos arrepentimos de lo que hemos realizado
para defender a nuestro país. Nos declaramos totalmente inocentes."
Desde entonces Cuba inició una colosal
batalla por la liberación de estos hombres, condenados en Miami en diciembre
de 2001, en juicios amañados, a sentencias desproporcionadas e injustas que
totalizaron cuatro cadenas perpetuas y 77 años de confinamiento, de
conjunto.
Con tales dictámenes, el tribunal presidido por una jueza federal
desconoció, entre tanto amañamiento, el motivo de justificación denominado
en derecho penal como "estado de necesidad", pues los enjuiciados se
filtraron en organizaciones contrarrevolucionarias sólo para frustrar planes
agresivos contra la Isla.
Vale precisar que desde 1959, el país caribeño ha sido víctima de alrededor
de seis mil acciones terroristas, de múltiples consecuencias, fraguadas por
la mafia miamense, con el apoyo de distintos gobiernos yanquis.
Incluso cuando Ramón, Fernando y Antonio, recibieron resentencias en 2009
tras varias apelaciones y la presión de la solidaridad mundial, los Cinco
antiterroristas cumplen inmerecidas penalizaciones en distintas cárceles del
Imperio, e incluso se les impiden las visitas de algunos de sus familiares,
mientras connotados asesinos, acólitos de la CIA permanecen impunes.
De ahí que aquel mensaje marcó pasos en el camino universal de la verdad, al
cual se han sumado cientos de comités de solidaridad por la liberación de
estos cubanos, constituidos en todas las latitudes, así como en varias
ciudades estadounidenses, entre ellas, Nueva York, Los Ángeles, y la propia
Miami.
La entereza de estos patriotas no ha podido ser quebrantada ni siquiera por
crueles presiones psicológicas. Los norteamericanos deben conocer sin
tergiversaciones esta página de la lucha contra el terrorismo, protagonizada
por cinco cubanos.
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