viernes, 6 de agosto de 2010

Cuando los ciberterroristas nos acusan de terroristas

Rosa Miriam Elizalde
Publicado el 6 Agosto 2010 - En MONCADA

Estados Unidos ni siquiera cuida las formas. Ayer pusieron a Cuba en la
lista de países patrocinadores del terrorismo alegando circunstancias
inverosímiles, y hoy anuncian que vence el plazo de una licitación del
Departamento de Estado para que empresas privadas e instituciones académicas
norteamericanas presenten proyectos para la Internet destinados al derrocamiento del
gobierno de la Isla.
El premio es 445 000 dólares y el objetivo, crear cursos de educación a
distancia en tecnología informática, no para beneficiar a la población
cubana, sino para entrenar a ciudadanos que luego puedan sostener un servicio de
enlace a la red Internet a la carta -solo para “disidentes”, blogueros y
tuiteros de Washington- o convertirse en hackers de la red nacional. El
plazo para entregar los proyectos al Departamento de Estado cierra el 16 de
agosto.
El destinatario de esta plataforma es solo aquel que comparta las
políticas de los Estados Unidos y sus sueños de doblegar a la Isla.
De acuerdo con la convocatoria, estos cursos serían impartidos para
personas con diferentes niveles de conocimientos de la informática:
principiantes, nivel medio y avanzado. Para poder garantizar que el servicio sea solo
para cubanos, tienen que restringir el acceso al resto de los ciudadanos del
planeta. No lo dice directamente, pero es obvio: el acceso a este portal
de e-learning (educación a distancia) estaría protegido con contraseñas
también a los cubanos y sería accesible solo a quien demuestre ante la Oficina
de Intereses de los Estados Unidos en La Habana su filiación
contrarrevolucionaria.
La obviedad viene de la práctica que ha impuesto el bloqueo de EEUU contra
la Isla y sus “educativas” sanciones a las empresas que lo han violado.
La llamada Ley Torricelli oLey de autorización y de defensa nacional para el
año fiscal 1992, permitió la conexión de la Isla a la Red, por vía
satelital, con el condicionamiento de que cada megabyte (rango de velocidad de
conexión) debía ser contratado a empresas norteamericanas o sus subsidiarias y
aprobado por el Departamento del Tesoro. Estableció limitar esa
contratación y decidió sanciones extraordinarias -multas de 50 000 dólares por cada
violación- para quienes favorezcan, dentro o fuera de EEUU., el negocio
electrónico o el más mínimo beneficio al gobierno de la Isla y a los ciudadanos
que lo apoyan. Por tanto, de más está decir que la empresa que quebrante
esta disposición cae fulminada por una multa exorbitante.
Otro estándar es aplicado a las empresas e instituciones que se sumen a
los esfuerzos de la administración norteamericana para derrocar la
Revolución. En marzo de este año anunciaron con bombos y platillos que habían
levantado ciertas restricciones dispuestas por esa misma Ley Torricelli. El nuevo
reglamento del Departamento del Tesoro divulgado el pasado 8 de marzo
-Sección 515 de las Regulaciones de los bienes cubanos, de la Oficina de
Control de Activos Extranjeros (OFAC) -, levanta las sanciones contra las
empresas que faciliten gratuitamente aplicaciones de correo electrónico, chat y
similares.
La intención del gobierno de Obama con esta medida es estimular, mediante
incentivos económicos a las empresas de telecomunicaciones, aquellos
servicios para ciertos ciudadanos cubanos que estén dispuestos a defender los
lineamientos de la diplomacia pública norteamericana. Con estas excepciones de
la OFAC, ahora las empresas y el mundo académico de los EEUU pueden
participar del botín dispuesto por el Departamento de Estado para la subversión
contra Cuba a través de la Red de Redes, columna vertebral de lo que la
Secretaria Hillary Clinton ha llamado la “Diplomacia del Siglo XXI”.
Pero ojo, esa excepciones prohíbe terminantemente:
La exportación directa o indirecta de los servicios de conectividad de la
Internet o de facilidades de transmisión de telecomunicaciones (como
enlaces satelitales o líneas para esos fines).
O sea, no es para mejorar nuestro acceso a la Internet ni beneficiar a los
cubanos, sino solo a ciertos individuos que claramente se afilien a la
política de EEUU contra la Isla. Y, por supuesto, a las empresas
norteamericanas, como prueba esta licitación por casi medio millón de dólares, que
reparte los fondos ocultos y no tan ocultos para la subversión en la Isla con el
mundo empresarial y académico, clientes de un gobierno que provee los
multimillonarios contratos para el desarrollo de tecnología militar que
sostienen buena parte de las empresas informáticas y las Universidades en los
Estados Unidos.
En cualquier lugar del mundo, y particularmente en los EEUU, si un
gobierno enemigo entrena a especialistas nacionales en técnicas informáticas con
fines subversivos, no solo supone una violación grave de la ley, sino un
acto de guerra. Y la prueba es la persecución que ha desatado el gobierno
norteamericano contra la red interna que apoyó a Wikileaks para filtrar los
documentos sobre la guerra en Afganistán. No solo pusieron en la lista negra
a Julián Assange, portavoz principal del sitio y ciudadano australiano,
sino que han detenido a Bradley Manning, joven soldado que supuestamente
entregó los documentos, y a varios estudiantes de informática del Instituto
Técnico de Massachussets (MIT), acusados de haber facilitado la filtración.
Imagínese por un momento qué ocurría si Cuba anunciara algo similar para
desarrollar habilidades informáticas de ciudadanos norteamericanos con
sentimientos antiimperialistas, justo ahora que los EEUU han creado un ejército
ciberespacial y han justificado su política ciberguerrerista con el
pretexto de la ciberseguridad. Richard Clarke, alto funcionario encargado de la
oficina antiterrorista de los EEUU durante décadas, acaba de publicar un libro
donde desatada todos los fantasmas posibles en torno a posibles ataques a
las redes, hasta el punto de decir que la guerra del futuro no será con
bombas sino con bites, y ha solicitado endurecer hasta el delirio las
políticas de control de la Internet.
Si eso ocurriera, si Cuba anunciara una licitación semejante para sus
empresas con la mirada puesta en Estados Unidos, pueden ustedes estar seguros
que el gobierno de Obama no demoraría ni cinco segundos no solo en ponernos
en la lista de ciberterroristas, sino en desconectarnos de la red Internet,
que al fin y al cabo controlan ellos. Y cinco segundo después,
escucharíamos los aullidos en el Congreso para desaparecer a la Isla del mapa, como
esos que estallan ahora para pedir que fusilen al soldado de 22 años que
filtró a Wikileaks los partes de guerra de Afganistán.
Descripción de la Licitación del Departamento de Estado para plataformas
de entrenamiento informático en Cuba
I. Sumario ejecutivo: El Buró para Asuntos del Hemisferio
Occidental y su Diplomacia Publica del Departamento de Estado (WHA/PDA según
sus siglas en inglés) se complace en anunciar una convocatoria abierta para
optar por los premios de asistencia a través de esta solicitud de
propuesta, para brindar entrenamiento en tecnología de información (IT)
(Informática) a distancia, materiales para el curso, y materiales de información
digital IT (Informática), software, y manuales que reflejan las tendencias
actuales de la Informática, avances e información. La Oficina invita a las
instituciones educacionales estadounidenses a enviar propuestas con una
duración de 24 meses, para desarrollar un programa de Informática de 3 bandas
para los usuarios cubanos. El programa de Informática debe incluir: 1)
desarrollo y puesta en práctica de una serie de certificados de entrenamiento de
Informática a distancia en idioma español, para estudiantes cubanos
principiantes, de nivel medio, y avanzado; 2) desarrollo y provisión de
materiales digitales para el estudio individual en idioma español, que simulen la
serie de entrenamiento para los estudiantes incapacitados para asistir a las
clases de Informática; 3) identificación, desarrollo y provisión regular de
materiales de Informática (IT) en idioma español, software y manuales que
reflejen las tendencias actuales de la Informática, sus avances, e
información. WHA/PDA premiará con hasta $445,000 dólares al proyecto de 24 meses.
II- Resultados que se Esperan : El programa debe fomentar
las habilidades informáticas de los participantes, así como su comprensión
y conocimiento en múltiples niveles; inculcar una apreciación de las normas
y el uso internacional de la Informática, brindar información actual,
regular, y relevante de la Informática, y materiales para los usuarios cubanos
que busquen información sobre este campo; así como equipar a los graduados
de nivel avanzado con las habilidades necesarias para crear infraestructura
informática, y utilizar herramientas informáticas para desarrollar las
conexiones y las comunicaciones a nivel individual e institucional.
III- Prioridades para la Fundación: WHA/PDA persigue fundar un
proyecto creativo y sostenible de enseñanza a distancia, coordinado por un
programa internacional de entrenamiento de la Informática, de una
institución educacional estadounidense, con apoyo de la Sección de Intereses de los
EEUU en La Habana. Las instituciones educacionales estadounidenses con
fuertes plataformas en la enseñanza a distancia, y experiencia en entregar
entrenamiento informático similar, vía enseñanza a distancia, a estudiantes
hispano hablantes en contextos hispano hablantes desafiantes, serán
favorablemente consideradas.
(Traducido del original por Geleny Ramos, del Equipo de Cubadebate)

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