martes, 28 de septiembre de 2010

Cederistas y Fidel llaman a continuar el apoyo a la Revolución



PRIMERAS IMPRESIONES

video : http://media.enet.cu/mredonda/tvc280910-CDRFidel.wmv,

fotos : http://cambiosencuba.blogspot.com/2010/09/fidel-en-50-aniversario-de-los-cdr.html,

Cederistas llaman a continuar el apoyo a la Revolución

Juan José Rabilero Fonseca, coordinador nacional de los CDR, instó a sus más de ocho millones de miembros a incrementar las acciones en apoyo a la revolución en 2011, cuando, dijo, se celebrará el VI Congreso del Partido Comunista
(Juventud Rebelde 28 de Septiembre del 2010 )
El Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz preside la concentración de los miembros de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) en el antiguo Palacio Presidencial, donde 50 años atrás él mismo fundó lo que sería la mayor organización de masas del país, que cuenta hoy con más de 8 800 000 miembros.
Juan José Rabilero Fonseca, coordinador nacional de los CDR, llamó en el encuentro, que reunió a más de 20 000 habaneros, a incrementar las acciones en apoyo a la revolución en 2011, cuando, dijo, se celebrará el VI Congreso del Partido Comunista.
En un repaso a una historia de medio siglo, Rabilero señaló cómo los cederistas supieron enfrentar cada situación, tanto las de la vigilancia revolucionaria como las tareas sociales que emprendió desde entonces.
Se demostró, apuntó, «capacidad de respuesta y voluntad en las etapas más duras y sin ceder un ápice al imperialismo».
Al describir las actuales tareas de los CDR, fijó, entre ellas, enfrentar y rechazar el delito, la corrupción, las ilegalidades, las indisciplinas sociales y el consumo y tráfico de drogas.
También llamó a participar, con persuasión y convencimiento, en la promoción en el barrio de la importancia y utilidad del trabajo entre quienes no dan ningún aporte social.
También expresó que la vigilancia popular revolucionaria, «razón de ser, desde que nacieron, de los CDR, se perfecciona, a través del trabajo político e ideológico, la labor preventiva y la formación de buenos hábitos de conducta, modales y educación formar.
Explicó que se debe actuar con persuasión y convencimiento, e insistir y promover el papel de la familia en la formación de las nuevas generaciones.
También exhortó a una mayor participación de los CDR en la producción de alimentos, a través del apoyo al movimiento de la agricultura urbana, los patios productivos y la reforestación y racionales movilizaciones agrícolas.
El Coordinador Nacional de los CDR llamó, además, a mantener la limpieza en el barrio, embellecerlos y reforzar las tareas higiénico-sanitarias para reducir las infestaciones del mosquito Aedes Aegypti, transmisor del dengue.
Junto a los más de 20 000 cederistas habaneros, muchos de ellos fundadores de la organización, participaron organizaciones sociales de Argentina, Brasil, Chile, México, Nicaragua, Laos, Viet Nam.

Cuba: Valorar cada paso que se emprenda con inteligencia y valor, con la cabeza y el corazón

Las cosas fáciles no son las que dan a la larga los mejores frutos, las difíciles son las que valen la pena el esfuerzo, así ha sido la Revolución cubana, resaltó Fidel en el acto por los 50 años de los Comités de Defensa de la Revolución
El mundo se está haciendo una idea mejor de nosotros, gracias a los hechos de este pueblo, a la historia que ha protagonizado. Somos una idea, una esperanza, un ejemplo, aseguró el líder de la Revolución Cubana Fidel Castro en el acto por el aniversario 50 de la creación de los Comités de Defensa de la Revolución, en el antiguo Palacio Presidencial, en la capital.
En el mismo lugar donde fundó lo que sería la mayor organización de masas del país y ante miles de personas, que cuenta hoy con más de 8 800 000 miembros, Fidel exhortó a los cubanos a valorar cada paso que se emprenda de hoy en adelante con inteligencia y valor, con la cabeza y el corazón.
«Las cosas fáciles no son las que dan a la larga los mejores frutos, las difíciles son las que valen la pena el esfuerzo, así ha sido la Revolución cubana. Nadie piensa que los años venideros sean años de tranquilidad», destacó.
El Comandante en Jefe recordó que el primero de enero no terminó la Revolución, sino que inició, por tanto la victoria de mañana será el esfuerzo de cada uno de nosotros. Aquí cada cubano tendrá un lugar en esta lucha que será larga y dura.
La Revolución se ha enfrentado y ha resistido durante medio siglo al imperio más poderoso del mundo, en recursos económicos y militares, enceguecido por su poder, advirtió.
«Un país pequeño como Cuba está librando de frente una lucha digna por su soberanía y su destino, contra cualquiera que intente frenar nuestra revolución y nuestro desarrollo», aseguró.
Fidel incitó a los países subdesarrollados que viven hoy bajo la sombra del capitalismo a la necesidad de nacionalizar las producciones de los monopolios, sin indemnización alguna, para que no continúen siendo víctimas de la globalización.
Por eso aseguró que debemos saber lo que estamos haciendo, redoblar el esfuerzo, pues «más que las palabras valen los hechos, no por lo que diga un cubano sino por lo que hacen en el día a día».

Fidel: ¡Qué distinto es todo cuando un pueblo tiene por qué luchar!

Rememora el líder histórico de la Revolución cubana sus palabras fundacionales cuando fueron creados los Comités de Defensa de la Revolución el 28 de septiembre de 1960
Un recuento histórico de lo sucedido en el acto fundacional de los Comités de Defensa de la Revolución, el 28 de septiembre de 1960, realizó el líder cubano, Fidel Castro Ruz, al hablar ante miles de cederistas reunidos en la explanada del antiguo Palacio Presidencial, en La Habana.
El Comandante en Jefe de la Revolución cubana recordó que aquel 28 de septiembre de 1960, cuando se fundaron los CDR, él acababa de regresar de la ciudad de Nueva York, de una reunión de la ONU.
Allí tuvo —según sus palabras— la oportunidad de conocer a algunos de los más importante líderes del campo socialista, entre ellos el entonces presidente de la URRSS, Nikita S. Jrushov, y de varios países del Tercer Mundo.
Viví una singular experiencia en ese país, lo cual determinó la decisión de hablarle a la Asamblea General, con toda la franqueza, cuando me correspondió el turno, recordó Fidel.
Ese discurso fue el complemento de las ideas que expresara antes en el juicio del Moncada, afirmó, señalando que sus palabras eran entonces una respuesta al atroz vasallaje que vivía el mundo.
La inmensa mayoría de los aquí reunidos no habían nacido todavía, señaló Fidel al recordar el acto fundacional de los Comité de Defensa de la Revolución (CDR), aquel 28 de septiembre de 1960.
Fidel, quien se dirige a los miles de cederistas reunidos en la explanada ante el antiguo Palacio Presidencial, hoy Museo de la Revolución, señaló que mantienen total vigencia sus palabras cuando señalara entonces al pueblo, recordando su viaje y experiencias en el país norteño, que es muy distinto todo cuando un pueblo tiene por qué luchar.
Antes de sus palabras, la cantante Haila María interpretó Andar andando, una canción en buen son cubano que llama a la paz y a la coexistencia pacífica en el mundo, mientras que Yoelvis Quesada, poeta y periodista, en sus décimas pidió «paz en la Tierra» y libertad para los cinco cubanos injustamente encarcelados por más de diez años en Estados Unidos por luchar contra el terrorismo.

Mentiras y amenazas imperiales son las mismas de cuando se fundaron hace 50 años los CDR

El Comandante en Jefe Fidel Castro recordó detalles de su histórico discurso aquel 28 de octubre de 1960, cuando se fundaron los Comités de Defensa de la Revolución, que pueden adaptarse a la forma de actuar del imperio norteamericano y la contrarrevolución en la actualidad

El Comandante en Jefe Fidel Castro recordó ente miles de habaneros reunidos frente al Museo de la Revolución, en recordación de los 50 años de que se fundaran los Comités de Defensa de la Revolución, numerosos detalles de aquel 28 de septiembre y de su intervención en aquella fecha tan significativa en la historia del país.
Narró las experiencias que había vivido en Nueva York cuando se produjo su primera intervención en la ONU, y luego de pasar diez días «en las entrañas del monstruo». Citando el discurso de aquella noche en que la Revolución triunfante vivía serias amenazas expresó: «Los órganos de publicidad nos combaten, pero no con razón, nos combaten con mentiras, nos recuerdan las historietas que nos hacían las agencias imperialistas de información, las revistas de los monopolios, que nos hacían creer que el atraco era bueno, que el robo era noble, que la explotación era justa, y que la mentira era verdad.
«Periódicos independientes, periódico que diga la verdad se queda sin anuncio, todo esta movido por el afán de lucro, por el dinero. Que distinto es el resultado cuando el pueblo esta bien orientado, cuando conoce la verdad, cuando el pueblo lucha por algo y para algo, cuando la vida de los pueblos tiene un sentido, cuando un pueblo tiene un ideal, cuando tiene algo por lo cual luchar.
«Que distinto el resultado, nosotros tenemos la más completa seguridad, de que a pesar de todos los agravios que hemos sufrido, a pesar de todas las agresiones que ha soportado nuestro país, si aquí estuviera la sede de la ONU ningún ciudadano insultaría a un solo visitante, porque los cubanos en ese momento sabríamos que había llegado la oportunidad de demostrar que somos mil veces más decentes que los imperialistas.
«Nosotros vimos hospitalidad, caballerosidad y decencia en los negros humildes de Harlen».
Fidel recordó que en ese momento se oye explotar un petardo, y él miró el reloj, para ver si era «el cañonazo de las nueve», popular tradición de la capital cubana nacida en la colonia.
«Una bomba, pregunté, y se oyeron exclamaciones de paredón, venceremos y cantan el himno nacional, y exclaman viva Cuba, viva la Revolución».
Y continúe diciendo: Ese petardito ya todo el mundo sabe quién lo pagó. Que ingenuos son, si cuando tiraban bombas de 500 y 1 000 libras que decían Made in USA no pudieron; ni sus aviones y cañones no pudieron hacer nada, los casquitos se tuvieron que rendir, no pudieron tomar la Sierra Maestra.
Y continuó recordando Fidel el discurso de aquel día: «Si el pueblo esta aquí en plan de resistir, no ya los petarditos, sino lo que tiren o caiga, aunque sean bombas atómicas (no había ocurrido todavía la crisis de octubre) acotó.
«Por cada petardito que tiran los imperialistas nosotros construimos 500 escuelas; por cada uno hacemos tres veces más cooperativas; por cada petardito nacionalizamos un central azucarero yanqui; por cada petardito nacionalizamos un banco yanqui; por cada petardito refinamos cientos de miles de barriles de petróleo; por cada petardito creamos cien escuelas en nuestros campos; por cada petardito convertimos un cuartel en escuela; por cada petardito hacemos una ley revolucionaria; por cada petardito nosotros armamos por lo menos 1 000 milicianos».
Todo esto iba acompañado de exclamaciones y aplausos— recordó Fidel—, y continúo citando el histórico discurso: «Parece que se han creído que vienen los marines, que ya esta el café colado. Vamos a establecer un sistema de vigilancia revolucionaria colectiva, vamos a ver cómo se pueden mover aquí los lacayos del Imperialismo.
«Nosotros vivimos en toda la ciudad. Que todo el mundo sepa quién vive, qué hace y que relaciones tuvo con la tiranía, y a qué se dedica, con quién se junta, en qué actividades anda, porque si creen que van a poder enfrentarse con el pueblo, tremendo chasco se van a llevar, porque para que el pueblo observe, vigile, para que cuando vean que la masa del pueblo se organiza, no hay imperialista, ni lacayo del imperialismo, ni instrumento que pueda moverse.
«Están jugando con el pueblo y no saben todavía quien es el pueblo. Están jugando con el pueblo y no saben todavía la tremenda fuerza revolucionaria que hay en el pueblo».

La Revolución cumplió y seguirá cumpliendo

No vacilo en proclamar que hemos cumplido, y que ustedes seguirán cumpliendo la promesa de aquella eterna noche, proclamó el Comandante en Jefe Fidel Castro ante los miles de habaneros reunidos para celebrar al aniversario 50 de la fundación de los Comités de Defensa de la Revolución.
El líder revolucionario manifestó esa certeza con el recuerdo de todos los países en defensa de la Revolución y sus justas ideas, y del pueblo heroico que hace 50 años fue capaz de abrazar la idea de que Patria es humanidad.
Expresó que los petarditos que explotaban en medio de la celebración del acto hace 50 años valieron de mucho, supieron mostrar el temple de nuestro pueblo y probar su valor, porque ninguna mujer ni ningún hombre se movió de su sitio durante el acto donde se crearon los CDR.
En su alocución al pueblo por el aniversario 50 de los CDR, Fidel recordó cómo en aquellos días de 1960 le habían pedido al presidente de la Asamblea de las Naciones Unidas que tomara en cuenta la preocupación de Cuba por las campañas que estaban haciendo los Estados Unidos, creando la histeria y propiciando condiciones públicas favorables para proveer el pretexto de una auto agresión.
El líder de la Revolución reveló que Cuba había dejado bien sentado que iba a reclamar su soberanía sobre el pedazo de la base ubicada en Guantánamo por medio del Derecho internacional, o sea, la vía legal, y no por la vía de las armas.
«Nuestras armas —leyó Fidel— siempre han estado listas para defendernos, resistir, destruirlos cuando se lancen contra nosotros.
«El enemigo es taimado, artero, capaz de los más inimaginable, acude a cualquier arma, desde el asesinato de dirigentes hasta invasiones militares. Debemos ser valientes e inteligentes, al enemigo imperialista hay que desarmarlo de forma inteligente.
«Hemos pasado del ABC en cuestiones de política, de primer grado, segundo, tercero… Estamos en el bachillerato sobre esos temas. Cuba nunca ha opinado. Hacíamos lo que ellos ordenaban. Ahora Cuba opina, y cada uno de ustedes tiene la obligación de instruirse, conocer de política de dentro y fuera de Cuba. Tenemos que llegar a ser un día doctores en Revolución y en política».
Fidel recordó cuán hermoso era en aquellos años poder decirles a los demás pueblos que la entonces joven Revolución había creado 10 000 nuevas aulas, tantas universidades y ciudades escolares, y había elevado el número de sus fábricas, la producción agrícola.
«Así fue en los primeros años —dijo—, todavía el bloqueo no había hecho sus estragos ni se habían cometido los errores que siempre se cometen en cualquier revolución».
El Comandante rememoró cómo los que visitaban el país y veían el esfuerzo que estaba haciendo nuestro pueblo en medio del hostigamiento del imperialismo se admiraba y se asombraba de lo que un pueblo pequeño frente a tantos obstáculos era capaz de hacer.

No hay comentarios: