lunes, 4 de octubre de 2010

Aleida Guevara sobre la solidaridad




Palabras de la Dra. Aleida Guevara sobre la solidaridad en la actividad central de ManiFiesta, el 25 de septiembre en Bredene, Bélgica

Queridos amigos

Desde la isla mayor de las Antillas, en el Caribe, Cuba, les traigo un mensaje de solidaridad, de respeto y de calor humano.
Siempre explicamos que no podemos decirle a nadie lo que tiene que hacer, pero queremos compartir con todos lo que podemos hacer, porque de eso estamos muy orgullosos.
Esa isla del Caribe que económicamente vive como un pueblo del llamado tercer mundo tiene un sistema de salud que logra atender a todos en igualdad de condiciones, sin distinción de ideología, raza o religión, sin preguntar quién eres, si no qué necesitas y lograr una medicina preventiva producto de la comunicación con ese pueblo y sobre todo por la educación alcanzada por cada uno de nuestros hombres y mujeres.
Este pueblo ha logrado obtener una tasa de mortalidad infantil de 4,8 por mil nacidos vivos, tenemos un médico por cada 151 habitantes, pero lo que para mí es más importante es que a pesar de todas las dificultades económicas que sufrimos como país bloqueado por la potencia económica y militar más poderosa del planeta, por EE.UU. de Norteamérica, somos capaces de enviar a 39 339 colaboradores de la salud a 74 países del mundo, de ellos son médicos 16 680. Este pequeño país es capaz de darle la oportunidad a 23 646 jóvenes de 105 países y de 123 etnias de estudiar medicina gratuitamente junto a nuestros muchachos.
De la escuela de medicina latinoamericana ya hay 6 646 graduados y muchos de estos jóvenes galenos trabajan en sus países, pero otros lo hacen en otros pueblos de nuestra América, con ellos se conformó la brigada internacionalista de colaboradores de la salud que hoy sigue trabajando junto al pueblo haitiano.
En la actualidad nos ocupamos, como miembros del ALBA, la alternativa bolivariana para nuestros pueblos, en países como Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, en proyectos de educación, luchando contra el analfabetismo, procurando que nuestros pueblos puedan tener el arma más importante de estos tiempos, la educación, para que nadie los manipule, nadie los utilice ni los engañe, para que sean realmente libres como dijo José Martí.
Trabajamos en proyectos tan humanitarios como el de devolver la dignidad a las personas que han nacido con algún problema físico o mental o los han adquirido en el desarrollo de la vida, llevando a los especialistas que necesitan, llevando sillones de ruedas, colchones y todo lo que precisan para que sea mejor su existencia, y vamos a los lugares más inhóspitos, los más difíciles, llevando la esperanza de un mundo mucho más justo para todos, cumpliendo lo que hace unos años dijo el líder indiscutible de la Revolución cubana, Fidel Castro cuando aseguró:
“Aportamos miles de combatientes a la lucha contra el sufrimiento, el dolor y la muerte para ayudar al planeta que sufre de lo que tiene
alivio…
Se enferma de lo que tiene cura…
Y muere de lo que no debería morir…”
Hacemos todo esto porque creemos que la solidaridad es la expresión más fidedigna de la ternura de los pueblos, porque sabemos que el hombre es más dichoso cuando es capaz de dar sin recordar y de recibir sin olvidar, porque sabemos que sólo con la solidaridad y el respeto entre nuestros pueblos es que podemos alcanzar la unidad que necesitamos para tener la fuerza necesaria para proteger este planeta donde vivimos y que quieren desaparecer, con un intercambio desigual entre los pueblos más ricos y poderosos con relación a los más pobres, con las guerras de rapiña que se provocan utilizando excusas ridículas que nadie con un dedo de frente acepta. Por todo esto y por mucho más es que necesitamos la solidaridad, la unidad y no podemos olvidar nunca que solo podemos alcanzar nuestro objetivo si somos capaces de respetarnos como pueblos que tenemos culturas diferentes, que quizás no logramos entender del todo, pero que siempre nos pueden aportar cosas nuevas para hacer mejor la vida.
Sólo tenemos una oportunidad de existir, no la perdamos.
Ahora mientras respiramos, podemos cambiar lo que creemos que es necesario cambiar para mejorar el presente y el mañana, no sigamos perdiendo el tiempo que tenemos, no continuemos siendo indolente ante lo que sufre la mayoría de la humanidad, pongamos freno a la desinformación y levantemos la voz contra las injusticias en cualquier parte del mundo, ser solidario significa ser mejor ser humano.

Luchemos por un mundo más justo para todos.

Hasta la Victoria Siempre.

(foto * pablo)

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