París, 6 oct (EFE).- Adriana Pérez y Olga Salanueva, esposas de dos de los cinco cubanos condenados por espionaje y presos desde 1998 en Estados Unidos, afirmaron hoy que el presidente estadounidense, Barack Obama, merecería otro Premio Nobel de la Paz si con una "solución política" decidiera otorgarles la libertad.
Pérez y Salanueva se encuentran en París para dar difusión al caso de los llamados "cinco de Cuba", como se conoce al grupo de cubanos declarados culpables en 2001 de conspirar contra la seguridad nacional estadounidense en la denominada red de espionaje "Avispa".
"Muchos a nivel internacional han cuestionado el otorgamiento del premio Nobel de la Paz a Obama. Pensamos que él pudiera ser merecedor, nuevamente, de ese premio si es capaz de liberar a los cinco, porque son luchadores por la paz", afirmó Salanueva en una entrevista con Efe, en la que reiteró la inocencia de los detenidos.
Cuba reconoció a los cinco detenidos (Gerardo Hernández, Fernando González, Ramón Labañino, René González y Antonio Guerrero) como agentes del régimen, pero señaló que su misión era impedir actos terroristas en la isla y que no suponían ninguna amenaza para la seguridad de Estados Unidos, cuyos tribunales les condenaron a penas que van desde los quince años hasta la cadena perpetua.
Para ambas mujeres, que no ven a sus respectivos maridos desde hace más de 10 años, el desenlace del caso pasa por "una solución política", y tan sólo Obama tiene la facultad, como presidente de los Estados Unidos, de retirar los cargos.
"Ya lo ha hecho con otras personas y eso es lo que esperamos, la decisión política del caso, que urge", señaló Adriana Pérez, que consideró que aunque sea "tarde", se haría "justicia".
Así, Pérez, esposa de Gerardo Hernández, remarcó que todos "los caminos legales ya se han cerrado" después de haber transitado por todas las instancias del proceso judicial norteamericano.
Con la llegada de la nueva Administración Obama, ambas admitieron que, aunque "no se sienten más cómodas, porque los cinco siguen presos", sí que ha habido una mejoría en lo que respecta a la entrega de visados para los familiares, un problema que llegó a su momento "crítico" con el mandato de Bush, cuando las visitas se espaciaban hasta los dos años y a ellas se les denegó el visado.
Explicaron que durante el Gobierno de Bill Clinton, cuando cayeron presos, pudo haberse gestionado una "solución inmediata" del caso, pero que se les condenó "con cargos, muchos de ellos, inventados".
Con George W. Bush como presidente, añadieron, se "agudizó mucho más" el encarcelamiento, y se utilizó a los familiares como "tortura psicológica" para los presos.
Son ya más de 12 años de lucha ininterrumpida que tanto Salanueva como Pérez han sobrellevado gracias a la fuerza que les transmiten los cinco presos.
"Es una batalla muy dura y muy difícil, y además no sabemos cuántos años nos quedan para el triunfo. Pero la mayor fuerza nos la han dado ellos mismos", afirmó Pérez, en referencia a que los cinco podrían "haber cobrado todo el dinero que hubieran querido" de Estados Unidos para "traicionar a Cuba", algo que no hicieron, "ni van a hacer, aunque tengan que estar toda la vida en la cárcel".
Descartaron que los presos cubanos inicien medidas más drásticas para denunciar su caso, como una huelga de hambre, porque "cuando no se le da difusión y no se ampara por los medios de comunicación es igual que si no sucediera".
En su visita a Francia se han reunido con grupos de solidaridad y representantes del Senado francés -"que han mostrado interés para hacer acciones y significa una apertura en Francia del caso"-, en una gira que les llevará en los próximos días al Parlamento Europeo en Bélgica -que visitan por sexta vez- y a España, en una lucha para obtener "justicia".
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